Después de la oración del viernes, palestinos chocan con policías judíos

Sábado 1 de noviembre de 2014
Puesto de control de Qalandia. | Un palestino utiliza una honda durante los enfrentamientos con las tropas israelíes. | Foto: AP
La Explanada de las Mezquitas reabrió en Jerusalén a primera hora de la mañana de ayer, día del rezo semanal musulmán, después de permanecer cerrada el jueves en virtud de una inusual decisión tomada por Israel ante la escalada de tensión en la ciudad.
Frente a un nuevo acceso de cólera, Israel tomó la inaudita decisión de cerrar completamente el sitio, medida que no se producía desde hacía años, al menos desde el año 2000, tras la visita a la Explanada de Ariel Sharon, entonces líder de la oposición de derecha israelí, en un gesto que desencadenó la segunda intifada.
El jueves, el Presidente palestino Mahmud Abas calificó el cierre de este lugar santo como "una declaración de guerra" y su partido, el moderado Fatah, llamó a un día de cólera tras la oración del viernes.
Azam al Jatib, director del Waqf islámico (legado religioso), la organización que administra el lugar santo, dijo durante la oración este viernes que el jueves había sido "un día negro" y "una catástrofe".
Por el rigor de los controles. Sólo algunos fieles lograron ir a escucharlo, Unos 9 mil rezaron en las calles que rodean la Ciudad Vieja, según la policía israelí.
Palestinos chocaron con policías israelíes después de la oración musulmana del viernes en Cisjordania ocupada, cerca de Jerusalén, donde la tensión era menor que la víspera, cuando se cerró la Explanada de las Mezquitas por primera vez en muchos años.
Centenares de policías habían tomado posiciones en las estrechas callejuelas de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Ayer, los turistas se habían esfumado del zoco del barrio musulmán. Los controles se multiplicaron en las calles que desembocan en la Explanada, y agentes fuertemente armados controlaban a todo aquel con intención de pasar.
Las instrucciones eran no dejar pasar a hombres de menos de 50 años, salvo aquellos cuyos documentos probasen que poseen un comercio en la ciudad vieja.
Jerusalén Este, parte palestina anexionada y ocupada por Israel desde 1967, vive en tensión permanente desde el pasado verano, hasta tal punto de hacer temer una tercera Intifada.
La Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam venerado igualmente por los judíos, se encuentra en el epicentro de las disputas. No obstante, la ampliación de colonias israelíes en territorio ocupado y la última guerra de Gaza han contribuido también a exacerbar los nervios.
Los musulmanes temen que el Gobierno israelí cambie el estatuto de la Explanada y permita a los judíos, que hasta ahora solo pueden visitarla, rezar en su interior.
Su indignación proviene de lo que perciben como provocaciones por parte de judíos ultras, que bajo el pretexto de visitarla, se ponen a rezar en ella, un comportamiento hacia el que las autoridades israelíes se muestran ambivalentes, si bien han insistido en que no piensan cambiar el statu quo del lugar santo.
Frente a un nuevo acceso de cólera, Israel tomó la inaudita decisión de cerrar completamente el sitio, medida que no se producía desde hacía años, al menos desde el año 2000, tras la visita a la Explanada de Ariel Sharon, entonces líder de la oposición de derecha israelí, en un gesto que desencadenó la segunda intifada.
A algunos kilómetros de distancia, en Qalandiya, unos 300 palestinos se enfrentaron después de la oración con policías israelíes en un puesto de control entre Jerusalén y Cisjordania, indicaron fuentes de seguridad palestinas.