Vientos de cambio

Domingo 28 de septiembre de 2014
A mover el banco. | Cristina Fernández, Alicia Kirchner, Axel Kicilloff, Juan Manzur y Jorge Coqui Capitanich

La intervención de la presidenta Cristina Fernández en la 69ª Asamblea General de Naciones Unidas se produjo en un momento de grandes cambios globales, incluidos aspectos políticos y sociales, pero también de gran tensión internacional. En ese marco, se puede coincidir o no con la postura, pero nadie pudo dejar de notar que la mandataria argentina mantuvo una actitud para algunos valiente pero sobre todo polémica, ante la comunidad mundial. Por un lado, planteó con justeza cuestiones económicas que acechan al país, producto de la especulación de los fondos buitre, y también aprovechó para abogar por la paz en el mundo, pero fue en ese marco que hizo notar la actual prepotencia del más fuerte. Un mensaje de impacto directo para las naciones más poderosas, como la comandada por Barack Obama, que administra un país cuya economía no termina de recuperarse, tiene un gran déficit fiscal, una enorme deuda y el desempleo no cede. Analistas internacionales coinciden en que los conflictos europeos y árabes podrían retardar aún más la recuperación de Estados Unidos, pero más allá de todas estas cuestiones transitorias, sigue siendo una de las potencias mundiales, y por lo tanto, con fuerte influencia en todo el mundo. Quizás Cristina, en su ferviente deseo de defender al país, haya llevado a condenar al Gobierno de Obama por su guerra contra el terrorismo internacional. Esto llevó a indicar a la secretaria adjunta para Latinoamérica de Estados Unidos, Roberta Jacobson, que la relación bilateral con la Argentina atraviesa por un periodo difícil, aunque redujo a un asunto judicial el litigio que se mantiene con los fondos buitre.
El vínculo entre Argentina y Estados Unidos se complicó en los últimos días, luego de las declaraciones del encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, Kevin Sullivan, quien habló de la necesidad de que la Argentina salga del default lo antes posible. Los dichos del funcionario causaron el enojo de Cristina, quien, ya a través de su cuenta de Twitter, los vinculó con un supuesto accionar de los holdouts. Luego, como se indicó, profundizó su ataque contra los Estados Unidos en su mensaje del último miércoles ante la Asamblea de Naciones Unidas, cuando acusó a los fondos buitre de ejercer terrorismo económico y financiero y denunció la complicidad del sistema judicial de ese país. Pero aún más, en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, ante la presencia del presidente Obama, la mandataria argentina cuestionó la forma de combatir al terrorismo de Estados Unidos, al advertir que no se combate al terrorismo haciendo sonar los tambores de guerra. Por eso, además habló sobre épocas de buitres económicos y halcones de guerra, cuando consideró que hacen falta más palomas de la paz. Pero se sabe, son las aves de rapiña las que siempre están al acecho.

La batalla es judicial y política
Cristina no debería apartarse del verdadero objetivo. que de hecho hasta le representa réditos políticos, y que es la lucha abierta contra los buitres. Al respecto, había planteado los alcances e incesante lucha del país contra los fondos buitre ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Durante su intervención en el pleno, calificó de terroristas económicos a estos bonistas que acosan al país, además de reiterar la decisión de pagar y requerir que se apruebe un nuevo marco legal para las renegociaciones de deuda.
En duros términos se refirió a estos depredadores, al sostener que no son sólo terroristas los que ponen bombas, sino también los que desestabilizan la economía de un país a partir del pecado de la especulación. Recordó allí, ante sus pares, el asedio que sufre la Argentina por parte de estos bonistas, con la complicidad del sistema judicial estadounidense, apuntando en especial a las decisiones adoptadas por el juez federal Thomas Griesa, que instruye el caso en un tribunal de Nueva York. Ello además se da en momentos en que sitios especializados de Estados Unidos encargados de analizar las conductas de los jueces federales, observaron que Griesa ya muestra claros signos de deterioro en sus habilidades mentales. El viernes por la tarde cumplió con lo que ya había insinuado y autorizó al Citibank a pagar los bonos que vencen el 30 de setiembre con ley Argentina. Con esta resolución, el Gobierno recupera un poco de aire, pero el fondo de la cuestión sigue sin resolverse.

Rumores de cambios
En medio de rumores de cambios en el Gabinete, Cristina volvió el pasado jueves a la Argentina tras haber participado en Nueva York de la Asamblea Anual de las Naciones Unidas. En esa misma jornada, el  jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, no descartó la posibilidad de que la Presidenta decidiera algunas modificaciones de Gabinete, sin definir fecha.
Hasta se habló de que el ex gobernador del Chaco regresaría a sus funciones en su provincia. Capitanich aún no cumplió un año en el cargo de jefe de Gabinete y ya hay una lista de quienes lo reemplazarían, entre los cuales se destacan el ministro de Economía, Axel Kicillof, uno de los  funcionarios más allegado a la Presidenta, y el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. También se encuentran entre los posibles sustitutos otros funcionarios de gran confianza de la mandataria, como el caso del presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde, y hasta de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; de concretarse esta designación, sería tomado como un pequeño triunfo de La Cámpora, que apunta a manejar esta cartera. Entre otras posibles mudanzas, se estiman la del  ministro de Salud, Juan Manzur, que tiene intención de pelear por la gobernación de Tucumán, y para muchos, representa un gran incógnita el futuro de los ministros de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y de Defensa, Agustín Rossi, quienes ya confirmaron sus intenciones de competir en las internas (Paso) por una postulación presidencial pero no definieron, hasta el momento, si se alejarán de sus puestos para hacer campaña.
Otras posibles movidas se producirían en la Secretaría de Seguridad, comandado por Sergio Berni, que es sondeado como posible aspirante para la Ciudad de Buenos Aires, y hasta el director Ejecutivo de Anses, Diego Bossio, con perspectivas de ser candidato a gobernador bonaerense. Se estima que algunos de los cambios obedecerían a la necesidad del Gobierno nacional de recuperar un poco de oxígeno en distintas áreas para afrontar la última etapa.

En el terreno político
La semana no tuvo grandes movimientos políticos, la agenda estuvo dominada una vez más por los vaivenes económicos. La oposición especula de manera riesgosa que de empeorar la economía aumenten sus posibilidades de desbancar al Gobierno el año que viene. Por el contrario, desde el oficialismo confían en parar la sangría y volver al camino del crecimiento.
El más beneficiado con un escenario de mejoría económica sería Daniel Scioli, que corre con ventajas en la interna del FpV.  Pero por ahora, nadie sabe a ciencia cierta cuál es el real deseo de Cristina. Hay un abanico de posibilidades y especulaciones, desde jugar a perder para transformarse en la jefa de la oposición hasta aventurarse como candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Por el momento domina el hermetismo, aunque no oculta sus intenciones de ampliar los andamiajes políticos y estructurales de La Cámpora. Para ella es el único espacio que siente propio y leal para los tiempos que se avecinan.
Al finalizar la semana, todas las miradas estuvieron puestas en la elección del representante de los abogados del interior para integrar el Concejo de la Magistratura. Resultó ganador el letrado Miguel Piedecasas, gracias al apoyo del massismo junto al radicalismo. El Gobierno, junto a La Cámpora, llevaron al ruedo al rosarino César Grau, quien si bien no pudo llevarse la victoria, hizo una muy buena elección. El PRO quedó relegado en el tercer lugar con la lista que armó, liderada por Alvarado Velloso. Con el triunfo de Piedecasas, la oposición consolida su bloque, pero sigue en paridad con los consejeros del oficialismo. Resta elegir al representante de los académicos, lo que se transformará en una nueva batalla. 

La caída de ingresos
La escasez de recursos monetarios es un problema recurrente con el que se enfrentan todos los niveles del Estado y, en particular, las municipalidades. Por estar más cerca de la población, se supone que son los intendentes quienes mejor conocen las necesidades y la problemática y por lo tanto, los más indicados para brindar las soluciones requeridas. En tiempo de bonanza, con fondos otorgados por la Provincia y la Nación, resulta cómodo resolver hasta aquellas demandas menos pensadas y los imprevistos. No sucede lo mismo cuando se producen reducciones en el envío de algunos recursos, como ocurre ahora con los fondos de la soja. Las estimaciones indican que para el 2015, también estos recursos llegarían menguados a las comunas. Los jefes comunales que supieron aprovechar con buena gestión la generosa distribución recibida, tienen obras concretadas y concluidas en tiempo y forma. Los que no hicieron la gestión a tiempo, ahora tendrán que gobernar sabiendo que no podrán concretar esos proyectos y deberán maximizar la eficiencia en sus funciones para poder fomentar el desarrollo local. Todo funcionario, conociendo que la economía argentina tiene momentos buenos y malos, debe saber planificar a tiempo, para administrar eficientemente los muchos o escasos recursos genuinos o recibidos. Ello, sin dejar de tener presente que la misión de un municipio es social, es decir, mejorar el bienestar de los ciudadanos. Porque está visto que la actual crisis que afronta el país es de origen general: inflación, caída de la exportación y escasa ventas de soja, y con ello, menos ingreso  de dólares en el país.
 Parecieran ser sólo cuestiones de la macroeconomía, pero estas causas externas, está visto, terminan impactando hasta en las localidades más pequeñas. Por ello, los intendentes deben estar muy atentos para aprovechar al máximo los recursos genuinos y aquellos que ingresen como ayudas extraordinaria.
El Presupuesto nacional para el 2015 tampoco resulta muy favorable para Misiones. Por ahora, al menos, la coparticipación provincial, para fortuna de las comunas, tuvo un interesante repunte. No siempre resulta suficiente. Pero como se indicó, los intendentes deben planificar con madurez el desarrollo local, ajustándose a los tiempos económicos actuales, para no dejar de promover otras cuestiones esenciales, junto a la provincia, como las políticas de salud y acción social e impulsar el desarrollo en general.