Cartas de Lectores

Sábado 12 de abril de 2014

El caos

Señor Director:
El caos es el desorden total. De manera cívica, social, económica, legal, técnica o cultural nadie actúa u obedece a ley alguna. Del Decálogo que Jehová le dictó a Moisés, hacen aproximadamente cinco mil años atrás, nada de nada queda en vigencia. Al ladrón criminal, asesino, convicto y confeso, los poderes en vigencia hoy, ahora y acá en la Argentina lo sueltan enseguida. Al policía o al ciudadano que actúa en legítima y legal (antes) defensa de vida, bienes y valores lo juzgan por delitos que antes no existían. Hoy no hay orden ni deberes cívicos ni nada.
Aquel que gobierna sin atenerse a ley alguna es un déspota, así rezan los diccionarios de la lengua castellana, y es lo que sucede actualmente en la República Argentina.

No divaguemos demasiado sobre los distintos mecanismos que utiliza la humanidad para vivir, trabajar y progresar en libertad. Son todos parecidos y todos respetan las bases éticas y morales que surgen de ese decálogo de Moisés. De todas esas variantes de Gobierno a nadie le cabe duda razonable que hoy el republicanismo es la mejor. Los romanos le copiaron la idea republicana a los griegos y dos mil años después prácticamente, hoy, todo país tiene por base esos viejos Códigos Romanos que incluso Napoleón I modernizó y son la base de nuestro Código Civil argentino. Pero hagamos salvedades. En caso de crisis (economía-social- de guerra) el Senado romano nombraba un dictador con plazo fijo para arreglar el balurdo del caso. Si triunfaba le daban los laureles de oro, si perdía, lo mataban y nombraban a otro.
Por ahí que se le iba la mano y se convertían en tiranos, pero este gobernaba con respeto de las leyes en vigencia, y si así no lo hacía lo nombraban déspota y lo mataban. Todo esto sobre la base de elección popular y democrática de representantes de sus bases cívicas y sectoriales que con deberes y, cumplidos estos, entonces podían tener acceso a derechos, pero después de ejecutar sus obligaciones de aquel tiempo. Los políticos a elegir eran ciudadanos de cada barrio, o pueblo donde todos los vecinos lo respetaban por su afán por la "Cosa Pública" con deberes y luego derechos.
La actual formación de partidos políticos hoy en vigencia acá son todos ejemplos de lo que no se debe hacer. La "Cosa Pública" no les interesa para nada, los elegidos y su única ocupación es su propio sueldito (que aumentan sin consulta ni control de nadie ni saben si ese dinero existe, que de algún lado debería salir) y las alcahueterías de las ventajas a sacar sin motivo serio.
Al canto que no hay ni un solo "partido" que ofrezca un plan político Social económico educativo al alcance del Pueblo elector.
La prueba de esto es que los vecinos se arman y toman la justicia en mano propia. Está mal, pero peor es dejar a los delincuentes sueltos. Porque la Justicia no funciona porque el Ejecutivo vive en babias porque el Congreso está en la famosa nube de Hubeda, recuerdan? Sin plan coherente no hay orden, sin orden vivimos en el caos. El verdadero problema de fondo es que los "partidos" actuales están en la misma situación que el Estado y sus candidatos forman parte de la mafia traficante y coimera que juntan fortunas a expensas del Pueblo. Es despotismo que nos gobierna.
Dejando de lado que actualmente la Argentina es el anteúltimo país del mundo, sin educación, sin seguridad, y sin plan alguno coherente con el republicanismo, la causa de este caos que vivimos es el "no te metas" de la seudo ciudadanía actual.
Eso les hace al campo orégano a los delincuentitos (que más no son) que lucran en el poder que no existe o está en manos de déspotas. Entonces más vale un desconocido bruto pero honesto, que quiera participar.
Pero que se meta y participe.

Guido R. Lagier
Posadas