Mantenimiento

Jueves 24 de abril de 2014
Tal vez la industria automotriz sea el sector que mejor lo hace. Cuando se detecta una falla de fabricación en algún vehículo, automáticamente la compañía convoca a todos los propietarios de esa tanda de autos para una revisión y cambiar la pieza defectuosa. Es común ver los avisos en los diarios. La idea es evitar que esa falla derive en algún accidente. Una reacción parecida se debería tener por ejemplo para las cuestiones de infraestructura que representan una amenaza mucho mayor que un desperfecto mecánico, como lo es la caída de un puente. La tragedia de Acaraguá no solamente dejó dos muertos y varios heridos, sino que puso en evidencia una falla (por los años de servicios o por defectos de construcción, o lo que fuera) en ese tipo de construcciones. Y esto no es solo una cuestión enunciativa. Desde la caída del puente sobre el arroyo Acaraguá han sucedido otros casos parecidos. El puente sobre el arroyo Fortaleza, en la ruta provincial 21, en San Pedro colapsó. Habían pasado apenas 14 meses desde su construcción y se vino abajo. Algo parecido pasó con el viaducto sobre el arroyo El Indio en Garuhapé. Por fortuna en estos casos no hubo que lamentar víctimas.
Ayer se restringió el tránsito sobre una parte de la ruta costera 2 por no estar en condiciones (pág. 10). Se tomó esta decisión después que intendentes de la zona reclamaran una inspección a todas las construcciones del Alto Uruguay. Los otros puentes, los que están en la ruta nacional 12 por ejemplo, acumulan años y preocupación de parte de los usuarios ¿tienen el mantenimiento adecuado?
Está bueno hacer obras, inaugurarlas. Pero  también es tan o más importante, darle el mantenimiento adecuado.

Roberto Maack
Jefe de Redacción
rmaack@elterritorio.com.ar