Verdades y mentiras

VERDAD: Que el Gobierno estadounidense no tiene la menor intención de ayudar a la Argentina en su conflicto con los fondos buitre y su ofrecimiento al Juzgado de Griesa o a la Corte como “Amicus Curie”(amigo del tribunal) se dieron de ocasión para aparentar ante nuestro país su buena disposición. De querer resolver el problema al cual ni Griesa ni los fondos buitre podría oponerse, hubiera permitido elevar la causa a la Corte Internacional de Justicia, cuya resolución, vinculante o no, afirmaría el derecho de una de las partes. Si bien, el asunto de la vinculación del Gobierno norteamericano se resolvería el 28 de diciembre, este vincula al sector financiero de Nueva York, como sede de los pedidos de reestructuración de Deuda Soberana, lo que llevaría al país afectado a buscar otra sede para su negociación.
Es verdad que China se está involucrando seriamente en inversiones en el sistema ferroviario de los países del Mercosur a pedido de sus respectivos gobiernos. Aparte de lo que se está llevando a cabo con nuestro país, con Uruguay firma un convenio para la reconstrucción del sistema ferroviario, que se halla muy deteriorado por falta de inversiones en las últimas décadas. Las autoridades ferroviarias uruguayas estiman que se requerirá una inversión de por lo menos  820 millones de dólares. Y que adquirirá relevancia por el proyecto del Puerto de Aguas Profundas que contará con financiamiento del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur -con una inversión inicial de U$S 500 millones- para la construcción de la estructura básica del puerto que estará situado en el Departamento de Rocha, sobre el Atlántico, cercano a la frontera con Brasil, a unos 240 kilómetros de Montevideo. La terminal busca descongestionar los demás puertos del país, que son saturados durante la cosecha granelera y que permitiría el acceso de buques de gran calado, más aun, teniendo en cuenta la puesta en marcha del proyecto minero Aratirí, de la compañía india Zamin Ferrous con la que se firma un contrato de explotación de hierro. Esta acción, rectificará la situación de los puertos uruguayos que venían de capa caída, luego que el Estado argentino restringiera el trasbordo de cargas de mercaderías a terminales de ese país, que rentaba un negocio de 100 millones de dólares anuales.
Es verdad que Evo Morales arrasó con más del 60% de los votos en las elecciones de Bolivia, tal como lo preveían las encuestas. Hasta triunfó en Santa Cruz de la Sierra, el departamento más rico del país, bastión de la oposición conformada por una clase empresarial dominante en las actividades económicas y productivas. Hay que reconocerle a Evo Morales una excepcional calidad de estadista, pues nacionalizó el petróleo que antes de ello recibía el Estado una regalía de 18% y después  de la expropiación, convino con las empresas explotadoras, otorgarles el 18% de las extracciones. ¡El Estado se queda con el 82% de lo extraído y las empresas con el 18%!. Amigablemente, sin demandas judiciales, sin Ciadi (Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas e Inversiones), etcétera.

También es verdad que Evo Morales buscará reformar la Constitución para poder perpetuarse en el poder, lo que constituiría un error, pues desvirtúa el significado y sentido de la democracia.
MENTIRAS. Las que propugna el candidato brasileño Aecio Neves, el candidato de las poderosas corporaciones económicas, que Brasil saldría fortalecido si negocia en forma independiente del Mercosur, con la unión Europea, el Nafta y los países del Pacífico. Si bien la producción de Brasil es importante, y en algunos rubros es la primera potencia productora, la contraparte cuantifica y prioriza lo que un bloque de naciones, en este caso el Mercosur, puede ofrecer y que sumados, representa económicamente un atractivo mayor al que pudiera proporcionar una sola nación. Por otra parte, es dable evaluar que la producción agrícola de Brasil y Argentina sumadas, constituyen un factor importante en el Mercado Mundial, que en el caso de la soja, les permite el manejo de los precios mediante la utilización y derivación de parte de la leguminosa, a la producción de biodiesel y, junto al maíz, alimentos balanceados para la producción de carnes que triplican o cuadruplican el precio y generan trabajo a los trabajadores del campo de ambos países.
Es mentira que los fondos buitre son invulnerables. Atrincherados en el Juzgado del juez Griesa en Nueva York, se sienten todopoderosos por las decisiones que dicho juzgado emite, amparando sus reclamos y extendiendo órdenes que involucran a muchas naciones capitalistas del mundo que cogen sus resoluciones, pues las mismas se basan en principios del capitalismo que son las razones de ser de dichos fondos. Las resoluciones de los 143 países + China, apoyando a la Argentina, pueden constituir una seria advertencia a los capitales allegados a los fondos buitre que se hallan invertidos a lo largo y ancho del mundo en múltiples fondos, que en estos casos reciben el nombre de Fondos de Inversión, que manejan proyectos comerciales, industriales, agrícolas, inmobiliarios, etcétera, y que representan miles de millones de dólares, lo que hace perder importancia a las sumas involucradas en el juzgado de Griesa. Si estas naciones, que representan más de la mitad del Producto Bruto Mundial, promulgaran leyes que restringieran y limitaran el funcionamiento de estos fondos, el panorama cambiaría radicalmente y las demandas del “Juzgado Griesa” serían retiradas de inmediato.
Se pueden considerar como mentiras una parte de información tendenciosa del diario Clarín, magnificando parte de estadísticas que se refieren al crecimiento global y que las presenta como argentinas. Si la EU, uno de nuestros principales clientes, según el Banco Central Europeo tendrá un crecimiento nulo, no es dable esperar que nuestras exportaciones a esa región crezcan.
Y es mentira que si pactamos con los fondos buitre, como lo sostiene el diario y hasta Mendiguren, las inversiones lloverán hacia nuestro país. Las inversiones no vienen a un país porque se pacta con un fondo buitre, sino porque ven oportunidades de obtener ganancias.

Por Miguel Schmalko
Consejero y ex presidente de la Febap
Federación Económica Brasil-Argentina-Paraguay