Exigen resolución para la bebé que tenía precio antes de nacer

Lunes 20 de octubre de 2014
Comprometidos. | El padre Alberto Barros y el director de Tupá Rendá, Rogelio Peralta, responsables de varios hogares.
El director ejecutivo de la Fundación Tupá Rendá -que administra varios hogares convivenciales de esta ciudad-, Rogelio Peralta, pidió resolución inmediata para con la bebé de cinco meses que continúa viviendo en un hogar del Estado provincial y sin la asistencia de su mamá, que se había comprometido a amamantar pero no cumplió con el acuerdo judicial.
El delicado caso había sido alertado y denunciado por la fundación sin fines de lucro a principios de este año a fin de lograr la protección de dos niños más a cargo de esa mamá y de la criatura por nacer, ya que según las autoridades de la entidad civil la mujer había amenazado con realizarse un parto prematuro una vez que ella misma denunciara una supuesta red de venta de bebés a la cual había entregado a siete anteriores hijos.
“Hoy es un día en el que todos elogiamos las cualidades de una mamá que contiene, que protege y que ayuda a crecer, nosotros desde la Fundación Tupá Rendá decidimos reflexionar sobre casos puntuales que transcurrieron a lo largo de este año y que son de conocimiento social y jurídico”, explicó Rogelio Peralta a El Territorio respecto del caso que tiene como víctima absoluta a una pequeña de apenas cinco meses y que ya tenía precio antes de haber nacido.
“El caso de Rosana Martínez, madre de 16 hijos donde el concepto y el valor de la palabra fue distorsionado en su totalidad, cada hijo representó un año de alquiler pago y de vivir sin comprender la dignidad del trabajo. Cada hijo tuvo un precio, un destino distinto, profesionales que intervinieron desde diferentes lugares colaborando con fines económicos al aberrante negocio de la venta de bebés, olvidando los valores, evadiendo los Derechos Del Niño y respondiendo al único poder que es ‘el dinero’”, se lamentó el director ejecutivo de Tupá Rendá y quien lleva adelante el Hogar Padre Mugica, actualmente repleto de niños y adolescentes judicializados y con años de esperar alguna definición para sus errantes vidas.
Peralta recordó que ante lo expuesto “realizamos una denuncia el 24 de enero solicitando protección de personas para los niños que tenía a su cargo, Adriana de 11 años y Sergio, de 6, y protección de persona para el niño por nacer, ya que la madre se encontraba en estado de gravidez y ejercía la prostitución frente a sus hijos”.
Se detalló que tras un trabajo articulado de diferentes entes del Estado con la Fundación Tupá Rendá, “se intentó preservar la vida del bebé, debido a las amenazas por parte de Rosana de provocarse un parto prematuro, y resguardar a los dos niños de la calle, la mendicidad y el riesgo. Se le asistió en la idea de que pueda asumir el rol maternante y nutricional con su nuevo niño, con el respaldo de varias entidades”.

Una triste historia
Peralta recordó además que “su bebé ya tenía un precio de 15.000 pesos más lo que desconocemos que recibirían los profesionales, y Rosana -tras dar a luz- no había pensado en el nombre y, al mirar lo más próximo, eligió el de Luz Milagros, es decir, la proyección del mismo hace referencia a la marca de un objeto, lo expresado desde la palabra manipuladora se evidencia en sus actos, que su objetivo no es el de ser madre. La pequeña hoy está en el hogar de Desarrollo Social, ya pasaron más de cinco meses donde Rosana no cumplió con el acuerdo de amamantar a su hija y continúa en su vida de prostitución”.
La fuerte historia y denuncia de Peralta se fundamenta en que “hemos logrado a través de la Justicia y los medios de comunicación, que sus dos hijos estén bajo la protección y el cuidado de una familia, con personas que cumplen el rol de padres, pero respecto de la niña nacida el 27 de mayo se logró conseguir una protección de persona, sin embargo, pasaron cinco meses y la Justicia no definió la posibilidad de adopción. La causa recae en el Juzgado de Familia 2, a cargo de la doctora Julia Marta Alegre y queda más que comprobado que Rosana no ve a la bebé como una persona que deba cuidar, proteger y nutrir”.
Un dolido Peralta dijo tener que explicar necesariamente y destacar que “en los primeros tres años en la vida de un niño son determinantes su crecimiento cognitivo, emocional y vincular, son la base sólida de su personalidad y la proyección de su futuro. La experiencia de nuestro trabajo nos muestra tres realidades distintas y dolorosas en el concepto de ser madre: madres que no ejercen su responsabilidad como tal, porque no tienen salud íntegra, porque son abandónicas, porque recibieron esa crianza y repiten ese modelo con sus hijos y ante la presencia de la madre biológica se demoran los tiempos judiciales en la resolución de los casos, imposibilitando la adoptabilidad”.
En Misiones, de acuerdo a lo detallado oficialmente desde el Ministerio de Derechos Humanos, son 538 los niños institucionalizados y oficialmente reconocidos, que ameritan de un estudio profesional y jurídico, de cada caso en particular.
De todas formas, el propio Peralta resaltó y destacó que “no es tiempo de buscar culpables por lo que no se hizo, es momento de ser constante con lo que se dice, por ejemplo en la provincia de San Luis se brindan becas con el fin de financiar el estudio de los diferentes niveles educativos de los niños que se encuentra dentro del programa de acogimiento familiar o familia solidaria”, dijo y comparó que en Misiones, en los hogares, “no podemos ni siquiera garantizar en forma semanal frutas y lácteos para nuestros niños”.