La inmejorable forma de salir

Sábado 1 de noviembre de 2014
Fue otra la actitud, otro el mensaje y quizás otras las directivas que salieron desde un cuerpo técnico que limpió literalmente a dos piezas en la semana de descanso.
Guaraní cambió la cara, empezó a jugar al fútbol y encontró parte del camino de la recuperación. En casa, por la 16ª fecha de la zona A de la B Nacional, la Franja recibió y venció por 2-1 a Colón, uno de los firmes candidatos a ascender.
Con ganas, formas y presión a cuestas, la Franja inició el partido yendo al frente, llevándose a un Colón sorprendido por delante y encontrando rápidas respuestas.
Es que a los pocos minutos, 6’ para ser exactos, el conjunto misionero abrió el marcador con un lejano cabezazo de Tobías Albarracín.
Fue tras el primer córner, que Barinaga envió fuerte y en búsqueda del impacto, el central la encontró casi en el mismo lugar desde donde marcó el gol del ascenso, pero esta vez la cabeceó y la mandó por encima de un Broun que ya había perdido un duelo ante Barinaga.
Lejos de conformarse, Bianco siguió con las directivas de presión y entrega. Albarracín, además del gol, sacó todo lo que envió la visita y Vester, que volvió al primer equipo, se hizo jefe en el área propia.
Si bien el Sabalero controló por grandes minutos, la profundidad no fue su virtud y eso aprovechó el local. El planteo de Osella llevó a su equipo a buscar siempre la espalda de Kopp, pero la cancha sufrió muchas precipitaciones en la previa y estuvo rápida cuando la pelota fue por arriba y muy lenta cuando se buscó el pase en profundidad.
Alario, carta de gol santafesina, cruzó fuerte a Vester sobre el final del primer tiempo y vio la amarilla. Tras varios minutos, fue a buscar a destiempo ante Zbrun, que vio la lejanía del juez, absorbió el golpe y logró la segunda amarilla de un Alario que salió temprano del partido y complicó al Sabalero.
No todo fue bien para la Franja. Porque en la última de la primera parte Guaraní fue ese que se desconcentra cuando no debe, que regala espacios y que queda mal parado. En una contra tras un córner propio, Prichoda pudo dejar en el camino a De Olivera, pero se encontró con la humanidad de Zbrun antes de que su pelota llegue a red.
Las chances que sumó y sumó Guaraní en el complemento dieron cuenta de que la superioridad numérica tendría que ser administrada en el juego. Por eso Kopp jugó suelto, Zbrun se lució en el medio y Bruno tuvo su mejor partido. La Franja se vio muy favorecida por las ganas de Barinaga, las prestaciones de Piñero Da Silva y la paciencia de Zárate en la mitad del césped.
Ceballos, en la primera pelota que tocó tras ingresar por Bruno, recibió en soledad y definió como quiso. Dejó tirado a Broun, puso el 2 a 0 y todo Villa Sarita respiró alividado. En el descuento, Ramírez descontó y sembró dudas, pero el batacazo, esta vez, fue con fútbol y entrega. Guaraní ganó porque lo mereció.