En las principales ciudades del país, los barrios cerrados tuvieron en los últimos años un crecimiento explosivo de la mano de la mayor seguridad y control que ofrecen. En Posadas hay unos pocos casos de desarrollo y desde el sector inmobiliario se explicó que ello, en parte, se debe a que el costo de la inversión es muy elevado. También a que en comparación con otros grandes centros urbanos, la capital misionera todavía muestra menores índices de inseguridad y delitos. Se destacó en tanto que serán una alternativa que seguramente se incrementará tanto en Posadas como en otras localidades. Y que además de la inseguridad, el mayor contacto con la naturaleza y el río incentivan su creación en Misiones.
“El barrio privado es algo que se va a imponer en todo el país en tanto el Gobierno nacional -sea del partido que sea sea-, siga tomando la inseguridad con la poca seriedad con que se está tomando. Entonces es razonable que aquel argentino que tiene cierto nivel económico busque vivir en un barrio donde la inseguridad sea menor”, consideró Alberto Solari, propietario de Solari Bienes Raíces.
El empresario remarcó que en Posadas “el barrio privado es una posibilidad que todavía está en pañales. Creo que es una alternativa importante para gente joven. Pero actualmente con una inflación del 40% anual, cómo hace un inversor para financiar una casa, es muy difícil”.
Más seguridad y códigos
Entre los empresarios inmobiliarios locales se coincidió en que la seguridad electrónica y con guardias privados es lo que más destaca en un barrio privado. A esto le sigue tener la comodidad de espacios verdes dentro del predio urbanizado, también otros servicios como sala de primeros auxilios, centros de pago de servicios, cajeros automáticos, entre otros.
"Además, los que vivan dentro de un barrio privado deben respetar ciertas reglas de convivencia que se fijan por el desarrollista, también hay que respetar diseños de construcción", agregó Juan Maidana de la CIM.