Los San Antonio Spurs perdieron anoche por 95 a 88 ante Miami Heat, un campeón destinado a cosas verdaderamente grandes en la NBA.
El conjunto de Eric Spoelstra demostró tener un potencial inigualable. Lebron James, una figura destinada a pelearle el trono de grandeza a Jordan, Bird o Johnson, sacó pecho cuando más se lo necesitaba: la rompió. Marcó 35 puntos, 12 rebotes y 4 asistencias. Aunque Bosh estuvo ausente, Wade lo acompañó, con 22 unidades.
Manu Ginóbili, con 18 puntos, hizo un muy buen séptimo juego, en una serie que fue demasiado despareja para él. A los 36 años, el bahiense jugó su cuarta final, tras los títulos del 2003, 2005 y 2007. Es posible que ésta haya sido la última oportunidad de llevarse un anillo de esta generación de jugadores.
Fuente: TN