Masiva protesta en San Pablo contra el Mundial

Miércoles 19 de junio de 2013
Incidentes. | Aseguran que las protestas continuarán hasta que baje el boleto.
Unas 50 mil personas marcharon ayer hasta la alcaldía de Sao Paulo para expresar su indignación por los gastos del Mundial 2014, y la presidenta Dilma Rousseff, que prometió escuchar a los manifestantes tras un día de históricas protestas en todo el país, hizo un viaje relámpago a la ciudad.
Algunos manifestantes incendiaron un auto de la televisora Récord situado frente a la alcaldía y un quiosco policial.
También quebraron vidrios y pintaron grafitis en las paredes de la alcaldía y sacudieron una camioneta de la red Globo, mientras en la avenida Paulista, una de las principales de la ciudad, decenas de miles se manifestaban pacíficamente.
Rousseff hizo un viaje relámpago a San Pablo ayer para reunirse con su padrino político, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), informó la Presidencia.
Según el diario “Folha de Sao Paulo”, ambos se encontraron con el alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, también del izquierdista Partido de los Trabajadores en el aeropuerto de Congonhas para discutir una eventual rebaja del boleto de bus, metro y tren en la ciudad, reivindicación que desató el movimiento de protesta en Brasil.
Puerto Alegre, Recife y otras capitales estatales brasileñas anunciaron ayer reducciones en el precio del transporte público tras las multitudinarias protestas.
El alcalde de San Pablo aceptó ayer revisar la tarifa de los autobuses tras una reunión con integrantes del Movimiento Pase Libre, según los cuales las manifestaciones continuarán hasta que se revoque el aumento.

Compromiso de Rousseff
Rousseff se comprometió a escuchar a los manifestantes luego de que más de 250 mil brasileños salieran a las calles el lunes contra el alza del transporte y los altos costes del Mundial, en momentos en que se celebra en seis ciudades de Brasil su ensayo general, la Copa Confederaciones.
“Mi Gobierno está escuchando esas voces por el cambio. Mi Gobierno está empeñado y comprometido con la transformación social”, dijo Rousseff.
“Este mensaje directo de las calles es de repudio a la corrupción y al uso indebido del dinero público”, afirmó la mandataria, que ha despedido de su Gobierno a siete ministros acusados de desvío de dineros públicos.
En San Pablo, unos 50 mil manifestantes, según el instituto de sondeos Datafolha, y más de 10 mil, según la Policía, marcharon desde la catedral hasta la alcaldía.
Los manifestantes, convocados a través de las redes sociales, son en su mayoría jóvenes con educación superior y apolíticos.
“No quiero que haya más corrupción, ni que los brasileños tengan que pagar tan altos impuestos para nada. Falta inversión en educación, salud, transporte”, dijo otra joven estudiante, Marina Santos.
Otras manifestaciones están convocadas para mañana en varias ciudades del país, incluida Río de Janeiro, una de las seis ciudades sede de la Copa Confederaciones.