Alemania, la potencia que quiere consagrar un nuevo modelo

Domingo 13 de julio de 2014 | 07:00hs.
El rival más duro. | Alemania buscará su cuarta estrella.
Siempre peligrosa, siempre candidata. No es casualidad que Alemania sea una potencia a nivel mundial. En 2004, Jürgen Klinsmann se hizo cargo de la selección teutona y comenzó un recambio en lo futbolístico que dejó a los europeos como uno de los mejores del mundo.

En su Mundial, en Alemania 2006, aparecieron varios de los jugadores que esta tarde enfrentarán a Messi y compañía. A esos jóvenes de aquel momento se sumaron las nuevas figuras para mejorar el equipo que ahora dirige Joachim Löw.

Manuel Neuer es el dueño del arco. No sólo brinda seguridad con sus actuaciones bajo los tres palos, sino que también es un líbero más. Sale jugando y adelanta al equipo. Aunque a veces no tenga muchas situaciones porque a Alemania no la ataquen mucho, responde en momentos claves.

Mats Hummels y Benedikt Höwedes conforman la dupla central. Firmes en el juego aéreo, pero no tanto en la salida con pelota dominada. Si Argentina les deja la pelota –como sucedió con Holanda- se complicará la salida de Alemania.

Per Mertesacker y Phillipp Lahm son los laterales. El primero pasa al ataque, aunque su fuerte es esperar a los delanteros. El segundo es el capitán del equipo, la voz de mando dentro de la cancha y puede además jugar en la mitad de la cancha, dependiendo del esquema que utilice el equipo. Ya jugó en el mediocampo en las primeras fechas del Mundial.

En la mitad de la cancha, más cerca de la defensa, se ubican Bastian Schweinsteiger y Sami Khedira. Allí comienza el juego de los teutones. Ambos jugadores tienen buen control de la pelota y pasan al ataque cuando el rival les deja espacios. Rematan bien desde afuera del área, lo que los hace aún más peligrosos.

Toni Kroos, Mesut Özil y Thomas Müller le aportan calidad y velocidad al ataque alemán. El primero abre los espacios y si no los tiene remata al arco. Özil, que no apareció en su máximo potencial en la Copa del Mundo, siempre desequilibra gracias a su calidad. Es un jugador al que le basta con algunos minutos de lucidez y pocos metros para poder definir un partido.

Thomas Müller es la figura principal entre tantas figuras. Puede jugar en la mitad de la cancha o en la delantera. Siempre llega al área para definir, cosa que hace muy bien, y desequilibra por cualquiera de las bandas. Remata bien desde afuera del área y como si fuera poco, marca y recupera pelotas.

Arriba está el hombre récord, Miroslav Klose. El goleador histórico de las copas del mundo y aunque parece ser el único en el ataque, nunca está solo. El nacido en Polonia es el único que participó en una final de un Mundial, en la derrota alemana ante Brasil en 2002. Cuenta siempre con las asistencias de sus compañeros, que llegan en bloque para atacar.

La táctica es mentirosa, muestra a priori a un equipo defensivo, pero Alemania demostró que ataca y muy bien. La clave del partido pasará por no darle espacios a los jugadores teutones, quienes con la pelota dominada son un equipo peligroso. Si Argentina decide ceder la pelota, necesitará que sean los centrales los que manejen el balón y que deban recurrir a los pelotazos largos para salir desde el fondo.

Argentina demostró que puede acomodarse al planteo del otro equipo y que no se desespera. Alemania no tiene una sola figura, tiene un equipo de grandes estrellas, pero la Albiceleste llega en su mejor momento futbolístico para afrontar la final.