Una aventura para la siesta

Sábado 23 de agosto de 2014
En Posadas. | Se pudo probar el juego. | Foto: Gentileza
El pombero es el protagonista de Ñangapiry 86, un videojuego desarrollado por dos jóvenes chaqueños y que fue presentado en esta ciudad. Carlos López (32) y Facundo Vega (33) crearon este producto de entretenimiento bajo la premisa de contextualizarlo con la mitología guaraní.
Es apto para todo público, según explicaron los autores el jueves a la noche, en el Salón de Usos Múltiples del edificio Juan Figueredo de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones.
Allí, adultos y jóvenes pudieron tras la presentación probar con joysticks y notebooks este emprendimiento denominado como el primer videojuego del NEA, y que pronto estará disponible para la venta en Posadas, así como en otras ciudades del interior del país.

Misterio en el monte

Ñangapiry 86 tiene cinco niveles que se deben superar a través del monte. El personaje principal debe encarar pruebas por las Cataratas del Iguazú, El Impenetrable, Campo del cielo y La Pampa.
“El pombero tiene que investigar unos símbolos misteriosos en el monte”, explicó López a El Territorio. “En estos niveles se encuentra con otros seres mitológicos como el teju yaguá, el yacy yateré, el lobizón y el curupí”, detalló el programador, que además es arquitecto.
La aventura se inicia cuando "el pombero está durmiendo la siesta. Entonces, habla con un amigo, el clavel del aire. Ahí es el disparador. Hay diálogos que son opcionales, como para ir indagando en toda la información. Por ser opcional, no es invasivo. Esa es la virtud principal del juego, que es la interacción", sostuvo López.
Sunhouse se llama la desarrolladora que López integra en una oficina de la ciudad de Resistencia junto a su socio Facundo Vega. Su nombre apunta a una esencia doméstica e independiente; por eso acudieron a la luz del sol con el hogar (sun: sol, y house: casa) como  semejantes.
En Sunhouse, Facundo Vega diseñó las caricaturas digitales que terminaron en 2D y que ilustran las situaciones del videojuego.
Así, “surgió el eje axial del juego”, apuntó López. La idea se presentó “cuando estábamos desarrollando las plataformas, con referencias a Mario Bros, Sonic y Angry Bird, entre otros juegos”, contó.
En Sunhouse querían producir un videojuego “que sea comercialmente extensible a otros rubros. En un momento,mi coequiper Vega me trae un boceto del pombero. Me pareció que estaba bueno, con todos los personajes, que era lo autóctono en lo que se basaba el material. No sé porqué a nadie se le ocurrió aprovechar la idea antes”.Sin embargo, para dar forma a la historia animada, debieron emprender una investigación en profundidad sobre la mitología guaraní.
"El pombero es más o menos lo mismo en todo el Nea", señaló López. "Es un ser mitológico que tiene varias utilidades. La más común es para amedrentar y asustar a los niños para que se queden en las casas y no salgan a la siesta. En sí, el pombero, a diferencia de otros mitos, es más el resultado de un mestizaje entre Argentina, Paraguay y Brasil. Es importante porque si bien es un mito guaraní, es producto de la colonización", apuntó el desarrollador de Ñangapiry 86.

Terreno a explorar
Industrias Culturales de la Nación financió distintas disciplinas, entre ellas la creación de un videojuego. Sunhouse envió su proyecto del pombero.
"Éramos prácticamente los únicos que nos presentamos en el rubro. Entonces, nos dan un capital, algo que resultó nada más una ayuda para la difusión y publicidad, pero en fin, un disparador para alcanzar el límite y desarrollarlo", consideró López.
Para Ñangapiry 86, Sunhouse tomó como modelos a personajes de Pixar, con la idea de que sean estéticamente atractivos para el público infantil. "Pero quisimos que sea para nosotros, para jóvenes y adultos", porque "tiene una etapa intermedia para jugar relajado. Todos terminan disfrutándolo. Se termina enganchando quizás más el padre que su hijo".
Según López, la tecnología y la producción de videojuegos en el país se encuentra en una muy buena etapa, salvo en el interior y a excepción de Córdoba y Santa Fe.
"Hay mucho, interesa pero las profesiones se desarrollan en las grandes capitales. En el NEA, por ejemplo, no hay cursos de videojuegos. No hay una carrera para crear", lamentó.
Por otra parte, se encuentran las industrias internacionales que dominan el mercado. "La idea -dijo López- es romper eso, cambiar la lógica, que lo mejor se hace y tiene que venir de afuera. A partir de nuestro entorno queremos construir cosas que sean para nosotros mismos", afirmó López.
El próximo paso que quiere dar Sunhouse, además de distribuir los packs de venta, es desarrollar el juego para dispositivos móviles, como para que sean descargados por los usuarios en sus sistemas operativos. En definitiva, con Ñangapiry 86 López y Vega anhelan "revivir lo que fue una época muy linda en la que nacimos y crecimos durante la década del '80; tener ese estilo, pero nuestro".


Los autores • Carlos López
Es arquitecto urbanista, egresado de la facultad Nacional del Nordeste, con un máster en Creación de Videojuegos de la Universidad de La Laguna, Islas Canarias, España. Trabajó durante algún tiempo hasta que un día decidió dejar todo para dedicarse a su verdadera pasión: los videojuegos.

• Facundo Vega
Es diseñador gráfico profesional, egresado de Universidad Nacional del Nordeste. Estudiante de pintura en el taller de Bellas Artes de Resistencia. Sus inquietudes artísticas comenzaron desde muy temprana edad. Esto lo incitó a recorrer el camino de las artes visuales con hincapié en algunas de sus ramas. Ilustración, animación y diseño gráfico son las armas con las que enfrenta el dilema del arte.