Tareferos: Sobreviviente negó que se hayan detenido a arreglar los frenos

“En ningún momento paramos para arreglar el freno. Yo me di cuenta de que algo andaba mal por el ruido de la caja, no entraba el cambio y el camión quedó en neutro. Le grité a mi gurí y pudimos saltar, con tanta suerte que él cayó en un montículo de arena”.

Así recordó Sergio Lemes (37) los momentos previos a la tragedia de Salto Encantado, al tiempo que desestimó los dichos del hermano del chofer, quien el mismo lunes declaró que el rodado presentaba problemas de freno y por eso realizaron una parada en un taller de la zona, previo al accidente. “No sé por qué declaró eso, pero no es cierto”, remarcó Lemes.

De esta forma, se abre un nuevo interrogante en la investigación del caso que conmueve a la provincia, ya que si el chofer era consciente del problema mecánico, el interrogante es por qué no se detuvo a reparar el desperfecto ni alertó a los pasajeros.

En diálogo con El Territorio, el sobreviviente aseguró que salieron de Oberá con destino a General Alvear, pero en el camino le avisaron que irían al Paraje Cerro Moreno, donde se produjo el vuelco del Ford 7000 que transportaba a 25 pasajeros, 14 de ellos menores de edad.

Acompañado por su esposa en la Sala 4 del Hospital Samic, dio “gracias a Dios que ya le dieron de alta a mi hijo”, aunque se mostró preocupado por el futuro de su esposa y sus cinco hijos debido a la seria lesión que lo aqueja.

Lemes es oriundo de Campo Ramón y desde hace casi una década reside en Oberá. Hacía seis años que no cosechaba yerba porque trabaja en construcción, pero un par de semanas atrás se quedó sin trabajo y decidió ir a tarefear con su hijo Gustavo (14). Tras el accidente de sacó la cadera de lugar, una lesión que tradará meses en recuperarse. 

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