Un misionero hace historia sirviendo a la Patria

Sábado 25 de octubre de 2014
Mauricio Martínez. | "La Armada me ha dado todo y para mí fue un segundo hogar". | Foto: Gentileza
Nacido hace 54 años en San Alberto –una colonia ubicado a 160 kilómetros de Posadas– el suboficial principal Mauricio Martínez ingresó a la Armada Argentina el 1° de agosto de 1979 para realizar el servicio militar obligatorio y, más tarde, formar parte de la institución.
Su primer destino fue el Liceo Naval Almirante Storni donde realizó sus primeras navegaciones a bordo de la lancha hidrográfica ARA “Cormorán” como marinero, primero de la especialidad de Mar; y más tarde, en el buque hidrográfico ARA Comodoro Rivadavia.
“Gracias a la Armada tuve la oportunidad de viajar por el mundo y conocer muchos países como España, Alemania, Inglaterra, Holanda, Portugal, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Colombia, Chile, Perú y el continente africano. Además tuve la oportunidad de conocer la Antártida. La Armada te brinda la posibilidad de ser destinado a lugares increíbles e inolvidables”, destacó el marino de Misiones.
Desde hace cinco años es el encargado de Capacitaciones y el instructor más antiguo del Taller de Marinería en la Escuela de Suboficiales de la Armada en la Base Naval Puerto Belgrano. Allí brinda instrucción a marineros tropa voluntaria y aspirantes navales con la especialidad de mar. “Poder transmitir conocimiento e inculcar lo que uno aprendió durante 35 años de servicio a los más jóvenes de la institución es una satisfacción personal”, destacó.
Extraña mucho San Alberto, el lugar donde nació. Aún recuerda los cinco kilómetros que caminaba a diario cuando era niño desde su casa en el campo hasta el colegio donde realizó la primaria y confesó que es el lugar al que regresará cuando finalice su carrera en los próximos meses. Sus padres y cinco hermanos residen en Posadas.
A la hora de realizar una reflexión sobre sus 35 años de servicio, el suboficial Martínez destacó: “La Armada me ha dado todo y para mí fue un segundo hogar, nada de lo que viví fue en vano. Entregué mi vida sirviendo a la Patria, por eso no tengo nada para reprocharle, al contrario, es un orgullo integrarla”.